Página 7 el lobo de wall stree

 CRITICA:

La historia de Jordan Belfort , basada en su autobiografía y convertida en guion por Terrence Winter , es una «clásica» épica americana de ascensión y caída, de irrefrenable éxito y de imposible redención. Otra crónica moral en torno a los cimientos inmorales de América según Scorsese, otro exuberante fresco monumental como lo fueron 'Uno de los nuestros' , 'Casino' y 'Gangs of New York' . Una película realizada desde la conciencia de que quiere ser una obra maestra. Así lo celebrará, al menos, la confortable tradición , la que aún sigue buscando obras maestras en un cine contemporáneo que admiramos precisamente por su elogio a la imperfección.

«¡Stratton Oakmant es América!», grita Belfort. Efectivamente, la firma bursátil de su propiedad, que marcó un antes y un después en Wall Street , es la expresión encarnada de las prácticas más ruines del Capitalismo. También con «El lobo de Wall Street». El comportamiento de Belfort sin embargo, que narra su peripecia en off, en modo documental, en flashback, mediante monólogos interiores, protagonizando un spot comercial o rompiendo la cuarta pared, no es tanto el de un mafioso como el de una estrella del rock.

Pareciera que todo aquello que le interesó a Scorsese del documental 'Inside Job' en torno a la crisis financiera es el bloque en el que describe la fauna de Wall Street como una manada hambrienta de putas y cocaína
. Y el líder de la manada fue Belfort. Es natural por tanto que todos los elementos de la película estén poseídos por el desenfreno y el derroche más absolutos. La poética del exceso que de algún modo define el trabajo de Scorsese no encuentra en 'El lobo de Wall Street' modulación alguna.

El film es por tanto obsesivo y compulsivo -como casi todo el cine de Scorsese-
, pero quizá lo más imperdonable es que carece de la furia de las épicas que le preceden , como si Scorsese estuviera mucho más atento a los manierismos de un estilo que ha cruzado el barroquismo y la autocomplacencia que al sustrato humano que respiran obras tan inapelables como 'Malas calles' o 'Toro salvaje'. 'El lobo de Wall Street' es un film ciego de cocaína. Un film lunático.


Comentarios